El teléfono

En 1952 se formalizó el contrato con la Compañía Telefónica Nacional de España donde se pedía le sea facilitada una casa donde poder instalar un centro telefónico con vivienda para la familia que haya de prestar el servicio. Todo ello con carácter permanente.

El concejo debería correr con el alquiler y el alumbrado del centro y la vivienda.

Si un día se decidía traspasar a otra casa ese servicio, debería ser el costo a cargo del concejo. El concejo debe facilitar el personal para atender el teléfono si falta o cesa la familia y se debían aportar 36.000 pts. para contribuir con los gastos de instalación y facilitar 240 kilos de hilo de cobre electrolítico no recocido de 2 mm. y la mano de obra que solicite la compañía.

El primero de marzo la central de tejería de la S.A. “El Irati” tenía ya dispuesto el hilo de cobre y así se hizo saber a la telefónica. Este cobre costaba 8.788 pts.

El 20 de marzo se solicitaba una subvención a la diputación por las mejoras locales - Escuelas con viviendas para maestros, instalación energía eléctrica, e instalación de teléfono - Este presupuesto era de unas 55.000 pesetas. El diputado Foral de Navarra por la Merindad de Sangüesa, Amadeo Marco, autorizó el presupuesto y la posibilidad de pedir un préstamo. Para compensar se decidía una nueva subida en el precio de los comunales de 5 pesetas la robada.

Este préstamo se pensaba tomar en la Caja de Ahorros de Navarra. siempre que no excediese el 5% de intereses. Al final se tomó el dinero de un particular, al 5% y pagadero en 5 años.

Este préstamo se firmó el 31 de diciembre de 1952 y se amortizó el 30 de abril de 1.958

 

El 31 de enero de 1953 aún se estaba esperando a la compañía telefónica que viniese a hacer la instalación. Se había anticipado el dinero acordado hacía 9 meses y entregado los 240 kilos de cobre.  Se avisa a la telefónica, a modo de presión, que el gobernador civil está interesado en que se haga esta instalación rápidamente y se envía un escrito reclamando. La respuesta fue vaga e imprecisa. Se decía que no se había podido comenzar la instalación porque faltaba “el permiso para cruce de líneas de alta tensión”.

En Agosto se sacó a concurso la habitación de la casa del teléfono, en la que el concejo pedía una renta por ocuparla -Esto traería problemas más a delante ya que con la compañía telefónica se había negociado la gratuidad permanente -  y varios vecinos de Badostáin y de otros pueblos se prestaron a ocupar dicha habitación.